lunes, 10 de junio de 2013

Traición...

El paso del tiempo borrará la incertidumbre de nuestros corazones hasta que ya no queden restos de lo que fuimos. La Historia, será testigo de la trascendencia de nuestros días. Mientras, las tribulaciones nos acompañan... y las preguntas... 
¿Quién maneja el destino de los pobladores del Planeta Tierra? ¿Los extraterrestres? ¿El Club Bilderberg? ¿La Mafia? ¿Las farmacéuticas? ¿Los elegidos por los dioses? O, simplemente, ¿un atajo de criminales? Y, ¿qué planes tienen para nosotros? ¿Lo saben nuestros gobernantes? ¿Quién lo sabe?
El mundo que conocemos se acaba. Nos lo están quitando. Nos quieren exterminar poco a poco, con mucho dolor y espanto, pero además, nos exigen que sea en silencio.
Estamos presenciando el duro desarraigo del ser humano con la vida, con los sueños, con la ilusión, con la esperanza. Nos están empujando contra la desesperación a través del miedo. Estamos viendo cómo nuestra realidad se hace cada día más precaria, más terrible. Vivimos en un vertedero de crueldad e injusticia.
¿Qué hemos hecho para merecer lo que nos están haciendo? ¿Somos culpables de algo? Y, si es así, ¿de qué y desde cuándo? ¿Desde el momento mismo en el que nos parieron? ¿Desde las últimas elecciones? ¿De querer vivir en paz y de aspirar a ser mejores cada día?
A los que nos gobiernan les pregunto: ¿Qué estáis haciendo con nosotros? ¿Dónde está vuestro sentido de la Patria, ése que tanto proclamáis? ¿No os duelen las miserias con las que estáis empobreciendo a vuestro país? ¿No os angustia tomar medidas que lo llevarán a siglos pasados, de incultura e indigencia física, mental y cultural? ¿Tenéis planes o sois así de ineptos por naturaleza? ¿Seguís alguna pauta inteligente o, sencillamente, obedecéis sin rechistar y sin saber a dónde vamos?
Si os doliera vuestro país, sin duda no lo hundiríais. Si vuestra gestión y esfuerzo tuviera como objetivo, cuidar y servir a vuestros conciudadanos, no los estaríais condenando a no tener ni presente, ni futuro.
He de dar por hecho que sabéis de los suicidios, del hambre, del dolor, del sufrimiento, de la tristeza, de la desesperación, del terror que estáis sembrando. También doy por hecho, que sabéis que detrás de cada historia que os llega, hay personas que respiran y se agarran al mañana sin esperanza porque se la habéis arrebatado. Y, ante las evidencias, tengo que aceptar, aunque me cueste admitir tanta crueldad, que no os importa nada el sufrimiento de los que no son como vosotros. Pero, ¿qué y cómo sois vosotros? En mi opinión, sois delincuentes. Criminales a la más antigua usanza y costumbres. Mediocres y con la frente estrecha que, al no dar para más, se someten voluntariamente a un juego que no entienden pero que, como les proporciona poder momentáneo, van de prepotentes. Haciéndole el trabajo sucio a otros, participáis del exterminio con orgullo porque, ante todo, lo primordial para vosotros es imponer vuestra ideología... y, como dice nuestro refranero, debéis pensar: "Los que vengan detrás que arreen."
El destino os ha regalado una oportunidad para ser decentes. Llegasteis con mayoría absoluta y con la posibilidad de sentiros legítimamente importantes y, para ello, sólo teníais que ser honrados, buenos gestores y luchar con decencia por el bienestar de vuestro pueblo. Pero no habrá más ocasiones. Los políticos del mundo se ríen en vuestra cara, os ningunean, desprecian y critican como palurdos que sois.
Al pueblo que tan mal representáis, no le impresionan los cargos, ni los títulos, ni el vocabulario absurdo que usáis... nos impresionan los gestos de valor y de respeto hacia nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos y los actos heroicos frente a los que se autoproclaman los amos de Europa. 
Las ideas que os definen, caracterizan y califican, son atentados contra vuestro propio país. No sois patriotas, ni soportáis la verdad y tampoco sois buenas personas. Sois traidores a España, a los españoles, a la dignidad, a la justicia, a la humanidad. Estáis robando el pan de nuestros hijos y su futuro. No hay nada que justifique la traición, ni deudas, ni estafas, ni bancos, ni espurios argumentos en directo, o en diferido.
La religión que defendéis, pisoteando el libre albedrío de los demás, os marca diez mandamientos:

1.- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Pero el Dios de las Escrituras era bueno, le daba de comer al que no tenía comida. Vosotros, se la quitáis.

2.- No dirás el nombre de Dios en vano.
Pero vosotros, en su nombre y a través de sus representantes en la Tierra, desvirtuáis su mensaje de justicia y bondad.

3.- Santificarás las fiestas.
Quizás el único que cumplís, pero siempre con la intención de distraer, dando al pueblo en este caso, circo sin pan.

4.- Honrarás a tu padre y a tu madre.
¿Vuestros padres y vuestras madres se sentirán honrados con lo que estáis haciendo? Lo dudo.

5.- No matarás o no asesinarás.
Pero vosotros matáis. De muchas maneras. Porque sois responsables de los suicidios y de la muerte lenta del que no tiene para comer.

6.- No cometerás actos impuros.
¿Impuros, sexualmente? Allá vosotros. Pero impuros moral y éticamente, los cometéis cada día.

7.- No robarás.
Pero vosotros... sin comentarios...

8.- No dirás falsos testimonios ni mentirás.
Pero vosotros falseáis, mentís, manipuláis, engañáis... y juráis para ocultarlo, tomando el nombre de vuestro Dios en vano.

9.- No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
Repito: ¿sexualmente?, allá vosotros. Pero pensamientos y deseos impuros contra el honor y el respeto debido al resto de las personas, siempre.

10.- No codiciarás los bienes ajenos.
Pero vosotros... sin comentarios...

«Estos Diez Mandamientos se encierran en dos; amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo».
Queda demostrado que, además de ser traidores al pueblo que jurasteis servir con honor, también traicionáis a vuestro Dios. ¿Podría alguien confiar en vosotros? Yo no. Nunca.


Queralt Berga.

Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

Mi Kay, mi perrita...