viernes, 6 de diciembre de 2013

Ofensa a la Constitución...




El discurso institucional del jefe de la banda hoy, por motivo del aniversario de la Constitución, no ha sido un homenaje sino una ofensa a la propia Constitución y a todos los españoles.
Me siento ofendida, ninguneada, demonizada y traicionada.
Lo digo muy alto y muy claro, porque estoy harta de ver contemporizar entre sonrisas a los que deberían defendernos. Hay que gritarlo, hay que decir sin miedo que, lo que nos están haciendo, es un golpe de estado, lento y disimulado. Por favor, dejad ya de tomaros la realidad a la ligera, no penséis que las cosas van a mejorar solas. Nada cambia o se mantiene sin esfuerzo, sin sacrificio, sin decisión, sin perder el miedo.
Están desmantelando el Estado para convertirlo en su pocilga. ¿No lo veis?
No debemos conformarnos con las migajas de sus mentiras, ni con la esperanza del advenimiento de la razón y la justicia... porque nos están robando el futuro, y están anulando la honradez y la dignidad poco a poco, muy despacio, para que no nos demos cuenta.
Ya no quedan cauces por los cuales el ciudadano pueda participar en las decisiones de su comunidad. Las personas de hoy hemos pasado a ser, lo que ayer fueron nuestros padres y abuelos: gente sin derecho a hablar, a manifestarse, a tener opinión.
Les quedan pocas cosas por derogar, eliminar, vender, cambiar... los estamos dejando... ellos están ganando. 
Mientras nosotros pasamos hambre, ellos viven como siempre o mejor.
Mientras nosotros pagamos, ellos siguen defendiendo a los delincuentes y sus fortunas.
Mientras nosotros lloramos, ellos se sienten satisfechos del trabajo bien hecho.
Mientras nosotros esperamos que todo esto sea un mal sueño y acabe pronto, ellos siguen avanzando y reconquistando sus privilegios.
Mientras nosotros asistimos incrédulos a sus palabras, ellos se alegran de que seamos tan tontos y maleables.
Mientras ellos temen la fuerza de nuestra reacción, nosotros no confiamos en nuestra fuerza y en nuestra razón.
Somos nosotros los que podemos y debemos echarlos a las cunetas de la deshonra pública. Y olvidarlos allí para toda la eternidad. Ocultos tras toneladas de desprecio y deshonor.
No permitamos que nos sigan masacrando.
No permitamos por más tiempo, que nuestros hijos pasen hambre, que nuestros enfermos sean sentenciados, que nuestro esfuerzo y trabajo lo disfruten los que nos están esclavizando.
En un día como hoy, han elogiado una Constitución que, casi al completo, la están incumpliendo.
Son hipócritas, como los franquistas.
Son mentirosos, como los franquistas.
Son déspotas, como los franquistas.
Son, franquistas...
¿Queremos vivir en una dictadura?
Cuando la mayoría acabe dándose cuenta y quiera contestar a esa pregunta, ellos habrán conseguido su objetivo.
La desobediencia es nuestro siguiente paso. Aunque nos pidan el carnet, aunque nos amenacen, aunque nos denuncien, aunque nos detengan. Porque somos muchos más que ellos y porque tenemos un futuro que defender.
El miedo no debe cerrar las puertas de la razón, de la justicia, de la dignidad, de la sensatez.
Lo que estamos viviendo no es una broma, ni siquiera una contrariedad, es un ataque frontal a la Libertad, y una ofensa inaceptable a España y a todos los españoles.


Queralt Berga.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Sí proponemos, mariLoli...

Cospedal: "No consentiremos que España quede en manos de quienes protestan y no proponen nada"




Protestamos, mariLoli, porque sois lo peor que le ha pasado a España desde hace muchos años, y desde luego que proponemos, lo hacemos todos los días:

Proponemos que la Justicia sea justa y obligue a sacar a la luz todo el entramado de corrupción que, es evidente, disfruta y ha disfrutado el PPartido PPopular.
Proponemos que el desGobierno dimita.
Proponemos que a TODOS los ladrones los metan en prisión y tiren la llave.
Proponemos que se devuelva el dinero que se ha robado.
Proponemos no pagar una deuda que no hemos generado.
Proponemos que paguen más los que tienen más.
Proponemos que los políticos, banqueros, etc., cobren con un límite razonable por su trabajo.
Proponemos que, a todo el que mienta, se le expulse automáticamente de la función pública.
Proponemos revertir todo el mal que habéis repartido sin compasión sobre todos los españoles: recuperar la sanidad, la educación, las empresas públicas vendidas a vuestros amiguetes, la justicia social, la retirada de las leyes obscenas que habéis aprobado, etc., etc.
Proponemos que paguéis por todo ello.
Proponemos que la pena sea muy alta, para que los que vengan detrás de vosotros sepan a qué atenerse.
Proponemos que se os otorgue un último privilegio: abandonar España y dejarnos tranquilos por el resto de toda la vida que se estime, que va a tener el planeta Tierra...
Proponemos muchas cosas, muchas , muchísimas más de las que estás dispuesta a escuchar, tú y tus amiguitos del alma, compañeros del PPartido PPodrido y gente de tu misma calaña, por ese motivo, estáis modificando las Leyes, para no tener que escucharlo y, además, meter en la cárcel a los que se atrevan a levantar la voz.
No sois católicos, ni cristianos, ni buena gente. Sois la mierda que conforma la actual "marca España"
¿Y sabes otra cosa que proponemos, ésta vez a tí personalmente?
Que vayas acostumbrándote a vivir con humildad, y más humildemente...

jueves, 21 de noviembre de 2013

La condesita de hierro...



Esperanza Aguirre, es usted tan cínica, que juega con el respeto y el honor al que todas las personas tienen derecho... es usted un tiburón con afilados dientes, del que hay que guardarse por pura superviviencia... ¿se atreve a criticar lo que hace otro gobernante con la intención de marcar una diferencia de honor, justicia y dignidad? Mujer fea (y no me refiero a su cara), ¿cómo se atreve a tratarnos como si fuéramos ignorantes? Si hay un nuevo dictador en el mundo a día de hoy, ese es Mariano Rajoy Brey, ilegítimo presidente de un país destrozado y en vías de empeorar, que está sometiendo a su pueblo con decretos y con injusticia.
Esperanza Aguirre, mujer fea (y no me refiero a su cara), se creerá usted muy inteligente y muy capaz, se sentirá muy fuerte, muy lúcida, pero a mi me parece que es usted antidemócrata, hipócrita y cruel. Señora, "ser de izquierdas" no es una enfermedad, es un orgullo y una gran satisfacción pues, sólo desde la izquierda, se acerca el ser humano a la solidaridad. Y, cuando los "de derechas" de España, ésa casta antigua que ha salido de las cloacas de la dictadura, aprenda a vivir respetando los derechos de todos y no sólo los suyos, estaremos en disposición de convivir en paz, si es cosa que, ojalá, también desean. Aunque, a juzgar por lo que dicen y hacen todos ustedes, no parece ser una de sus prioridades.
Señora fea (y no me refiero a su cara), castillos más altos han caído pues, siempre, la Justicia acaba prevaleciendo.

                
           Pablo Iglesias a Esperanza Aguirre: "Eres una parodia de Tatcher" from La Tuerka on Vimeo.


 Queralt Berga.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Hablando de mierda...


Hablando de mierda...

Basura los ministros, basura los portavoces, basura los delegados y representantes, basura los concejales y los alcaldes, basura las instituciones, basura el presidente... Madrid es la marca España: BASURA... por las calles, en los ministerios y en las sedes...
Los fachas- franquistas de mierda abundan, sin duda, pero si han salido del escondite que compartían con los escorpiones es, porque lo hemos permitido. Hemos creído imposible de todo punto, que tuvieran la osadía de ejercer sobre nosotros tanta crueldad y abuso de poder pero, mientras digeríamos tanta ignominia, ellos iban extendiendo sus tentáculos sobre nuestra dignidad. Nos están acorralando, a pesar de que, la razón y la decencia, la honestidad y el sentido común, nos asiste. Han desplegado sus medidas sistemáticamente sobre nuestras vidas y el futuro de nuestros hijos y ya no podemos seguir esperando un cambio de rumbo ni siquiera invocando a la Vírgen del Rocío, pues por lo visto, los capotes sólo se los echa a los de siempre. 
Estamos cansados, pero las cosas empeoran cada día así que, no es cuestión de resistir, sino de echarlos: son ellos, o nosotros. Es así de sencillo. Así de duro y aberrante.
España es nuestra y son nuestras las plazas, las aceras, los parques, los bosques, los ríos, el agua, las flores... porque somos nosotros los que mantenemos cada una de esas cosas, así como, los hospitales, los colegios, los juzgados, y hasta el sillón donde pone su asqueroso culo el hombre con barba que nos representa de forma tan ruin.
La riqueza la generamos nosotros, ¿por qué lo olvidáis? ¡Nosotros tenemos la fuerza! Los ricos son ricos por nosotros. Los poderosos son poderosos porque dejámos que se lo crean, y hay que recordárles y dejarles bien claro, que sólo son nuestros gestores. Que trabajan para nosotros y que es a nosotros a quienes deben las explicaciones y los esfuerzos. Pero, para cuando queramos mover un dedo, nos habrán clavado los pies al suelo, y sin derecho a réplica, so pena de buenos mamporros y humillaciones en algún sótano de alguna comisaría más o menos céntrica, por decir algo poco dramático, ya que podría ser algo infinitamente peor. 
Somos la mofa del mundo, y el mundo está alucinando: ¿Cómo los españoles aguantan las mentiras y la injusticia a las que los somenten? ¿No hay españoles decentes, con iniciativas y con agallas para decirles en la cara a los ilegítimos gobernantes, que están mintiendo? ¿Dónde están los medios de comunicación? ¿Dónde están los intelectuales, los artistas, los deportistas, la gente comprometida?
Yo se lo diré al mundo: están en las calles, sin comer, en huelga de hambre y revueltos en mierda. Están en las manifestaciones, en las concentraciones, en los escraches. Pero le diré más al mundo: no están todos los que son porque llevamos en los genes la impronta del miedo, tatuada día a día a través de los siglos y en especial, por la cercanía, gracias a la intención podrida del dictador que nos inculcó mil complejos, todos ellos, suyos propios. Y nos hemos creído que somos la misma mierda... pero no es verdad. Los españoles pueden, y de hecho lo hacen, destacar como cualquier otro ser humano. Pero, para que ese hecho deje de ser una anécdota en el tiempo, hay que comprender dónde radica la diferencia, que no es otra que el conjunto de medidas que los gobernantes establecen para el óptimo progreso y competitividad de su país y el buen desarrollo personal y profesional de sus ciudadanos y, por supuesto, exigirla.
¿No merecemos tanta mierda, compañeros? ¿Y nuestros hijos? ¿Nos merecemos que nos vendan los bosques, las fábricas, los hospitales, la educación, las compañías de autobuses, los servicios de limpieza, etc.? ¿Nos merecemos que nos cambien el código penal para cercenar nuestros derechos? ¿Nos merecemos que nos sentencien a muerte mientras rescatan a los bancos?
No hay ninguna sombra negra sobre nuestras cabezas, no hay maldiciones ni valen supersticiones, tan sólo hay que rechazar la mierda que nos venden... sólo eso...
¿Cuándo asumiremos que está en nuestra voluntad sacudirnos tantos prejuicios y mediocridad?
España es una mierda compañeros. Y que nadie se me ofenda, o sí, me la suda, porque si no somos capaces de combatir tanta inmundicia, nos merecemos vivir en este estercolero.
Ahora, éso sí, rodeada de toda esa mierda, me siento legitimada para proclamar, haciendo uso de mi libertad de expresión, que me avergüenzo de ser española... y al que le moleste, ¡que se joda!

                             


 Queralt Berga.

domingo, 28 de julio de 2013

Crueles y malvados...





Detrás de la crueldad siempre hay como mínimo, maldad. Pero también frustración, complejos, inseguridad, falta de valores humanos y ausencia de contenido emotivo e intelectual. Los crueles y los malvados se hacen fuertes impartiendo sufrimiento. Son, tan desgraciados, que no pueden soportar la vida de los demás: sus preferencias, sus gustos, su cultura, su color de la piel, su idioma, su religión, su sexualidad... la ropa que visten o los kilos que pesan. El vídeo que adjunto dura casi veintiún minuto. Es doloroso y cuesta llegar hasta el final pero, lo peor, es que no se sabe cómo acabó el desdichado joven al que acorralaron y vejaron. Ésa es la realidad: que la crueldad campa libremente por el mundo mientras la mayoría de la gente mira para otro lado.


Lo digo muy a menudo: NO HAY NADA QUE JUSTIFIQUE LA CRUELDAD. Nada. El valor de una persona en sí misma, es más grande que la mayor de las riquezas que jamás se pueda atesorar. No hay nada comparable a un corazón latiendo, a una mirada de amor, o al interés de un ser humano por otro que está sufriendo.


Mirar la cara del joven y sentir desesperación es fácil. Percibir su miedo, horrible y doloroso.
¿Quién querría estar en su piel? ¿Y en la de los criminales que lo hacen sufrir? ¿Alguien puede imaginar a su propio hijo en esa situación? ¿Qué haría? ¿Cuánto miedo puede acumular la mente de un ser humano? Y, ¿cuánto tiempo vamos a seguir permitiendo que la crueldad llene el mundo, de todo ese dolor?
Creo que debemos mirar dentro de nuestro corazón y replantearnos muchas cosas.
La estafa que nos han montado ha evidenciado la urgente necesidad de un cambio en el ser humano.
Todo el mundo tiene derecho a ser y sentir en libertad. Y nadie es más que nadie, ni menos tampoco.
¿Por qué la sexualidad es y ha sido tan importante para algunos, a lo largo de la Historia de la Humanidad?
¿Qué aberraciones llenan la cabeza de los criminales que acosan, apalean, vejan y destruyen a otro ser humano, por su condición sexual? El problema está en ellos, pero las consecuencias las sufren sus inocentes víctimas.


Hagamos que todas esas cosas cambien. Con nuestro respeto hacia los demás. Y enseñemos a nuestros hijos con nuestro ejemplo.
Desde aquí, toda mi solidaridad y cariño para éste muchacho, pero también para todos los que no salen en Youtube y sufren las mismas crueldades.
La crisis está en nosotros. Demos un impulso hacia la excelencia en HUMANIDAD...


Queralt Berga.

lunes, 10 de junio de 2013

Traición...

El paso del tiempo borrará la incertidumbre de nuestros corazones hasta que ya no queden restos de lo que fuimos. La Historia, será testigo de la trascendencia de nuestros días. Mientras, las tribulaciones nos acompañan... y las preguntas... 
¿Quién maneja el destino de los pobladores del Planeta Tierra? ¿Los extraterrestres? ¿El Club Bilderberg? ¿La Mafia? ¿Las farmacéuticas? ¿Los elegidos por los dioses? O, simplemente, ¿un atajo de criminales? Y, ¿qué planes tienen para nosotros? ¿Lo saben nuestros gobernantes? ¿Quién lo sabe?
El mundo que conocemos se acaba. Nos lo están quitando. Nos quieren exterminar poco a poco, con mucho dolor y espanto, pero además, nos exigen que sea en silencio.
Estamos presenciando el duro desarraigo del ser humano con la vida, con los sueños, con la ilusión, con la esperanza. Nos están empujando contra la desesperación a través del miedo. Estamos viendo cómo nuestra realidad se hace cada día más precaria, más terrible. Vivimos en un vertedero de crueldad e injusticia.
¿Qué hemos hecho para merecer lo que nos están haciendo? ¿Somos culpables de algo? Y, si es así, ¿de qué y desde cuándo? ¿Desde el momento mismo en el que nos parieron? ¿Desde las últimas elecciones? ¿De querer vivir en paz y de aspirar a ser mejores cada día?
A los que nos gobiernan les pregunto: ¿Qué estáis haciendo con nosotros? ¿Dónde está vuestro sentido de la Patria, ése que tanto proclamáis? ¿No os duelen las miserias con las que estáis empobreciendo a vuestro país? ¿No os angustia tomar medidas que lo llevarán a siglos pasados, de incultura e indigencia física, mental y cultural? ¿Tenéis planes o sois así de ineptos por naturaleza? ¿Seguís alguna pauta inteligente o, sencillamente, obedecéis sin rechistar y sin saber a dónde vamos?
Si os doliera vuestro país, sin duda no lo hundiríais. Si vuestra gestión y esfuerzo tuviera como objetivo, cuidar y servir a vuestros conciudadanos, no los estaríais condenando a no tener ni presente, ni futuro.
He de dar por hecho que sabéis de los suicidios, del hambre, del dolor, del sufrimiento, de la tristeza, de la desesperación, del terror que estáis sembrando. También doy por hecho, que sabéis que detrás de cada historia que os llega, hay personas que respiran y se agarran al mañana sin esperanza porque se la habéis arrebatado. Y, ante las evidencias, tengo que aceptar, aunque me cueste admitir tanta crueldad, que no os importa nada el sufrimiento de los que no son como vosotros. Pero, ¿qué y cómo sois vosotros? En mi opinión, sois delincuentes. Criminales a la más antigua usanza y costumbres. Mediocres y con la frente estrecha que, al no dar para más, se someten voluntariamente a un juego que no entienden pero que, como les proporciona poder momentáneo, van de prepotentes. Haciéndole el trabajo sucio a otros, participáis del exterminio con orgullo porque, ante todo, lo primordial para vosotros es imponer vuestra ideología... y, como dice nuestro refranero, debéis pensar: "Los que vengan detrás que arreen."
El destino os ha regalado una oportunidad para ser decentes. Llegasteis con mayoría absoluta y con la posibilidad de sentiros legítimamente importantes y, para ello, sólo teníais que ser honrados, buenos gestores y luchar con decencia por el bienestar de vuestro pueblo. Pero no habrá más ocasiones. Los políticos del mundo se ríen en vuestra cara, os ningunean, desprecian y critican como palurdos que sois.
Al pueblo que tan mal representáis, no le impresionan los cargos, ni los títulos, ni el vocabulario absurdo que usáis... nos impresionan los gestos de valor y de respeto hacia nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos y los actos heroicos frente a los que se autoproclaman los amos de Europa. 
Las ideas que os definen, caracterizan y califican, son atentados contra vuestro propio país. No sois patriotas, ni soportáis la verdad y tampoco sois buenas personas. Sois traidores a España, a los españoles, a la dignidad, a la justicia, a la humanidad. Estáis robando el pan de nuestros hijos y su futuro. No hay nada que justifique la traición, ni deudas, ni estafas, ni bancos, ni espurios argumentos en directo, o en diferido.
La religión que defendéis, pisoteando el libre albedrío de los demás, os marca diez mandamientos:

1.- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Pero el Dios de las Escrituras era bueno, le daba de comer al que no tenía comida. Vosotros, se la quitáis.

2.- No dirás el nombre de Dios en vano.
Pero vosotros, en su nombre y a través de sus representantes en la Tierra, desvirtuáis su mensaje de justicia y bondad.

3.- Santificarás las fiestas.
Quizás el único que cumplís, pero siempre con la intención de distraer, dando al pueblo en este caso, circo sin pan.

4.- Honrarás a tu padre y a tu madre.
¿Vuestros padres y vuestras madres se sentirán honrados con lo que estáis haciendo? Lo dudo.

5.- No matarás o no asesinarás.
Pero vosotros matáis. De muchas maneras. Porque sois responsables de los suicidios y de la muerte lenta del que no tiene para comer.

6.- No cometerás actos impuros.
¿Impuros, sexualmente? Allá vosotros. Pero impuros moral y éticamente, los cometéis cada día.

7.- No robarás.
Pero vosotros... sin comentarios...

8.- No dirás falsos testimonios ni mentirás.
Pero vosotros falseáis, mentís, manipuláis, engañáis... y juráis para ocultarlo, tomando el nombre de vuestro Dios en vano.

9.- No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
Repito: ¿sexualmente?, allá vosotros. Pero pensamientos y deseos impuros contra el honor y el respeto debido al resto de las personas, siempre.

10.- No codiciarás los bienes ajenos.
Pero vosotros... sin comentarios...

«Estos Diez Mandamientos se encierran en dos; amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo».
Queda demostrado que, además de ser traidores al pueblo que jurasteis servir con honor, también traicionáis a vuestro Dios. ¿Podría alguien confiar en vosotros? Yo no. Nunca.


Queralt Berga.

sábado, 18 de mayo de 2013

Autorretrato de Mariano Rajoy Brey... ahí queda eso...

Hoy, solo vengo a dejaros los dos actículos que Mariano Rajoy Brey escribió hace años en el Faro de Vigo. Para que tengáis claro, si acaso viene alguien por aquí que aún no lo sepa, cómo es el hombre de la barba que nos desGobierna.


__________                                      IGUALDAD HUMANA Y MODELOS DE SOCIEDAD


Mariano Rajoy Brey (*)

(Diputado de AP. en el Parlamento gallego)

Uno de los tópicos más en boga en el momento actual en que el modelo socialista ha sido votado mayoritariamente en nuestra patria es el que predica la igualdad humana. En nombre de la igualdad humana se aprueban cualesquiera normas y sobre las más diversas materias: incompatibilidades, fijación de horarios rígidos, impuestos –cada vez mayores y más progresivos- igualdad de retribuciones…En ellas no se atiende a criterios de eficacia, responsabilidad, capacidad, conocimientos, méritos, iniciativa o habilidad: sólo importa la igualdad. La igualdad humana es el salvoconducto que todo lo permite hacer; es el fin al que se subordinan todos los medios.

Recientemente, Luis Moure Mariño ha publicado un excelente libro sobre la igualdad humana que paradójicamente lleva por título “La desigualdad humana”. Y tal vez por ser un libro “desigual” y no sumarse al coro general, no ha tenido en lo que ahora llaman “medios intelectuales” el eco que merece. Creo que estamos ante uno de los libros más importantes que se han escrito en España en los últimos años. Constituye una prueba irrefutable de la falsedad de la afirmación de que todos los hombres son iguales, de las doctrinas basadas en la misma y por ende de las normas que son consecuencia de ellas.

Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo- se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de “buena estirpe”, superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas “Leyes” nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación. Cuando en la fecundación se funde el espermatozoide masculino y el óvulo femenino, cada uno de ellos aporta al huevo fecundado –punto de arranque de un nuevo ser humano- sus veinticuatro cromosomas que posteriormente, cuando se producen las biparticiones celulares, se dividen en forma matemática de suerte que las células hijas reciben exactamente los mismos cromosomas que tenía la madre: por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo, uno solo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre. El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural del hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en él se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de los ojos, pelo, corpulencia…hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios. Y buena prueba de esa desigualdad originaria es que salvo el supuesto excepcional de los gemelos univitelinos, nunca ha habido dos personas iguales, ni siquiera dos seres que tuviesen la misma figura o la misma voz.


 Esta búsqueda de la desigualdad, tiene múltiples manifestaciones: en la afirmación de la propia personalidad, en la forma de vestir, en el ansia de ganar –es ciertamente revelador en este sentido la referencia que Moure Mariño al afán del hombre por vencer en una Olimpiada, por batir marcas, récords…-, en la lucha por el poder, en la disputa por la obtención de premios, honores, condecoraciones, títulos nobiliarios desprovistos de cualquier contrapartida económica…Todo ello constituye demostración matemática de que el hombre no se conforma con su realidad, de que aspira a más, de que busca un mayor bienestar y además un mejor bien ser, de que, en definitiva, lucha por desigualarse.

Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican la igualdad de riquezas –porque como con tanta razón apunta Moure Mariño, la de inteligencia, carácter o la física no se pueden “Decretar” y establecen para ello normas como las más arriba citadas, cuya filosofía última, aunque se les quiera dar otro revestimento, es la de la imposición de la igualdad, son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen asimismos “modelos progresistas” constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarían y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas mínimas al privar a los más hábiles, a los más capaces, a los más emprendedores…de esa iniciativa más provechosa para todos que la igualdad en la miseria, que es la única que hasta la fecha de hoy han logrado imponer.

FARO DE VIGO, 4 de marzo de 1983





LA ENVIDIA IGUALITARIA__________________________________________________

Mariano Rajoy Brey

Presidente de la Diputación de Pontevedra

Hace algunos meses “FARO DE VIGO” tuvo la gentiliza de acceder a la publicación de un artículo en el que comentábamos un libro a nuestro juicio apasionante. “”La desigualdad humana” de Luís Moure-Mariño. Hoy pretendemos descubrir otro libro no menos magistral que analiza con profusión de detalles y argumentos aquella afirmación y el consiguiente problema de la igualdad-desigualdad humana, pero que añade a este estudio el de otro tema no menos importante e íntimamente unido al primero, cual es el de la envidia, uno de los más graves y perniciosos de los pecados capitales. El libro lleva por título “La envidia igualitaria”. Su autor Gonzalo Fernández de la Mora. De entre sus pocas más de doscientas páginas, cuya lectura recomendamos a todos aquellos que quieran ampliar sus conocimientos sobre el hombre, destacaremos tres aspectos concretos y por encima de todo un mensaje general.

La primera parte de “La envidia igualitaria” tiene como objetivo básico, ampliamente logrado por cierto, el recopilar los escritos históricos sobre la envida. En ella se sintetizan los diversos estudios y opiniones que a lo largo de los tiempos ha provocado el pecado de la envidia. Desde los griegos hasta los contemporáneos pasando por los latinos, Sagrada Escritura, la patriótica, los medievales, los renacentistas, barrocos y modernos, todos los grandes pensadores han denunciado la malignidad de ese sentimiento.

En el segundo apartado del libro, Gonzalo Fernández de la Mora analiza de manera exhaustiva y profunda el problema de la envida –a la que define como “malestar que se siente ante una felicidad ajena, deseada, inalcanzable e inasimilable”-, de su utilización política (vaguedades como “la eliminación de las desigualdades excesivas”, “supresión de privilegios”, “redistribución”, “que paguen los que tienen más…” son utilizadas frecuentemente por los demagogos para así conseguir sus objetivos políticos), las defensas ante la misma (la huida, la simulación y la cortesía son medios de que tiene que valerse el “envidiado” para evitar el provocar el sentimiento), y la manera de superarla que es la autoperfección y la emulación.

Por último, el autor dedica unas brillantes páginas a demostrar el error en que incurren quienes a veces conscientemente y utilizando el sentimiento de la envida y otras sin valorar el alcance de sus aseveraciones, sostienen la opinión de que todos los hombres son iguales y en consecuencia tratan de suprimir las desigualdades: El hombre es desigual biológicamente, nadie duda hoy que se heredan los caracteres físicos como la estatura, color de la piel… y también el cociente intelectual. La igualdad biológica no es pues posible. Pero tampoco lo es la igualdad social: no es posible la igualdad del poder político (“no hay sociedad sin jerarquía”), tampoco la de la autoridad (¿sería posible equiparar la autoridad de todos los miembros de un mismo gremio, por ejemplo, de todos los pintores o los cirujanos?), o la de la actividad (es difícil imaginar un ejército en el que todos fueran generales; o una universidad en la que todos fueran rectores), o la del premio, o la de oportunidades (las circunstancias, temporales, geográficas y familiares colocan inevitablemente a los individuos en situaciones más o menos favorables, nadie tiene la misma oportunidad mental, ni histórica, ni nacional: no es igual nacer en EE.UU. que en U.R.S.); ni siquiera la económica: “allí donde se ha implantado una cierta igualdad pecuniaria –mediante la nacionalización de los medios de producción, la abolición de la herencia, la supresión de las rentas del capital y la equiparación de casi todos los salarios- se han radicalizado las inevitables desigualdades de poder, creadores de desigualdades económicas quizá no monetarias, pero espectaculares. Aunque la cuenta corriente de Stalin no fuera superior a la del más mísero music, nadie podría afirmar la igualdad económica de ambos. Para imponer tal igualdad habría que eliminar el poder político, lo que es imposible”.

Pero si importantes son todas y cada una de estas ideas, individualmente consideradas, a todas ellas trasciende el mensaje, o la pretensión final del autor sobre la que entiendo todos los ciudadanos y particularmente los que asumen mayores responsabilidades en la sociedad, debemos reflexionar. Demostrada de forma indiscutible que la naturaleza, que es jerárquica, engendra a todos los hombres desiguales, no tratemos de explotar la envidia y el resentimiento para asentar sobre tan negativas pulsiones la dictadura igualitaria. La experiencia ha demostrado d de modo irrefragable que la gestión estatal es menos eficaz que la privada. ¿Qué sentido tienen pues las nacionalizaciones? Principalmente el de desposeer –vid. RUMASA-, o sea, el de satisfacer la envidia igualitaria. También es un hecho que la inversión particular es mucho más rentable no subsidiaria. Entonces ¿Por qué se insiste en incrementar la participación estatal en la economía? En gran medida, para despersonalizar la propiedad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria. Es evidente que la mayor parte del gasto público no crea capital social, sino que se destina al consumo. ¿Por qué, entonces, arrebatar con una fiscalidad creciente a la inversión privada fracciones cada vez mayores de sus ahorros? También para que no haya ricos para satisfacer la envidia igualitaria. Lo justo es cada ciudadano tribute en proporción a sus rentas. Esto supuesto, ¿por qué, mediante la imposición progresiva, se hace pagar a unos hasta un porcentaje diez veces superior al de otros por la misma cantidad de ingresos? Para penalizar la superior capacidad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria. Lo equitativo es que las remuneraciones sean proporcionales a los rendimientos. En tal caso ¿por qué se insiste en aproximar los salarios? Para que nadie gane más que otro y, de este modo, satisfacer la envidia igualitaria. El supremo incentivo para estimular la productividad son las primas de producción. ¿Por qué, entonces, se exige que los incrementos salariales sean lineales? Para castigar al más laborioso y preparado, con lo que se satisface la envidia igualitaria. Y así sucesivamente. Juan Ramón Jiménez lo denunció en su verso famoso “Lo quería matar porque era distinto”; y el poeta romántico Young dio en la diana cuando afirmó “todos nacemos originales y casi todos morimos copias”. Al revés de lo que propugnaban Rousseau y Marx la gran tarea del humanismo moderno es lograr que la persona sea libre por ella misma y que el Estado no la obligue a ser un plagio. Y no es bueno cultivar el odio sino el respeto al mejor, no el rebajamiento de los superiores, sino la autorrealización propia. La igualdad implica siempre despotismo y la desigualdad es el fruto de la libertad. La aprobación por nuestras Cortes Generales de algunas leyes como la última de la Función Pública constituye un claro ejemplo de igualdad impuesta pues pretende equiparar a quien por capacidad, trabajo y méritos son claramente desiguales y sólo va a servir para satisfacer ese gran mal que constituye la envidia igualitaria. Frente a ella sólo es posible la emulación jerárquica: hagamos caso de la sentencia de Saint-Exupery “Si difiero de ti, en lugar de lesionarte te aumento”.

FARO DE VIGO, 24 de julio de 1984

No digo nada... él ya lo ha dicho todo...

Queralt Berga.

miércoles, 1 de mayo de 2013

1º de mayo... ¡¡A POR LA DIGNIDAD COMPAÑEROS!!

1º de mayo, Día del Trabajador.

Día en el que se conmemoran sucesos horribles, sacrificos humanos en pos de la Justicia, la Libertad, la Igualdad. Día en el que se celebra el progreso y se agradece a todos aquellos que lucharon antes que nosotros, todo lo que nos dejaron. Por JUSTICIA.

Día del trabajador ofendido, agredido, engañado, sometido, manipulado y pisoteado.
Día del trabajador asustado y sin saber qué camino ha de tomar.
Día del trabajador con hambre, rebuscando en la basura.
Día del trabajador, perplejo ante un mundo cruel que no piensa en él, ni en su familia.
Día del trabajador preocupado por su padre, que no puede vivir sin medicinas y no tiene para pagarlas.
Día del trabajador que no puede comprar leche desde hace meses.
Día del trabajador acorralado y sin casa, durmiendo a sus hijos en el sofá de un amigo.
Día del trabajador indignado, porque su puta suerte no es como esperaba.
Día del trabajador sin esperanzas.
Día del trabajador con las manos vacías.
Día del trabajador acumulando bilis, y odio, y dolor.
Día del trabajador enfermo y sin recursos.
Día del trabajador ninguneado, demonizado, insultado, despreciado...
Día del trabajador sin días de paz.
Día del trabajador suplicando trabajo.
Día del trabajador, antes jubiloso por los éxitos conquistados al opresor, al amo, al esclavista...

Hoy, 1º de mayo del año 2013 tiene que servir para echar al desGobierno de sus sillones...
Hoy, hay que salir a la calle a gritar desde el silencio si hace falta, para que los que nos oprimen vean en su conjunto a todos los seres humanos que están condenando a sufrir y que sepan, cuánto dolor produce el hambre, el miedo y la desesperación.
Somos más, muchos más que ellos y encima, tenemos razón...
Somos trabajadores y, sin nosotros, ellos no son nada...
¡¡A POR LA DIGNIDAD COMPAÑEROS!!

Queralt Berga.

jueves, 25 de abril de 2013

La Verbena del Viernes...



La Verbena del Viernes



Mañana es jueves… y lo peor es, que después vendrá el viernes. Un día cualquiera de nuestras vidas. Un día entre los miles de días que llevamos vividos. Pero pocos son tan aciagos, en la era mariana, como los viernes. Dejando a un lado las desgracias que la propia vida nos aporta claro, como la muerte de un ser querido, el diagnóstico de una enfermedad…
La nueva banda de terror que ejerce en España con mano cruel y firme, se reunirá de buena mañana y, todos ellos, con los estómagos llenos y bien servidos porque son Señorías. Todos con las manos limpias porque se duchan con agua caliente al levantarse. No hagáis caso a los que afirman comer yogures caducados y ahorrar en la factura del gas, porque a todos nos gusta vivir bien y sentirnos cómodos y protegidos.
Llegarán al Congreso, el lugar donde la PALABRA se hace digna y representativa, y llegarán en sus coches oficiales de alta gama conducidos por empleados de confianza. Entrarán en la sala de siempre a hacer su trabajo. En la sede del Parlamento, la casa del PUEBLO, el lugar donde sus representantes deben defenderlos y velar por sus intereses. Se acercarán unos a otros y comentarán cómo han dormido, si han quedado para comer con éste o aquella… cuchichearán, soltarán risitas y se sentirán satisfechos de su estatus y de su trabajo porque se saben invencibles, omnipotentes y hasta omniscientes. Sus vidas van bien, no les falta nada porque nunca les ha faltado. Saben usar sus armas de destrucción masiva y lo hacen con rigor. Obedecen a la que se ha autoproclamado emperadora de Europa con el mismo empecinamiento que le quitan el pan a los niños, el trabajo a sus padres y las ayudas a sus abuelos.
La satisfacción les viene al comprobar que España va bien, que ya brotan tallos verdes de esperanza, gracias a su formidable gestión, impoluta, transparente, desarrollada con tenaz obstinación. Aunque los empresarios aún no están contentos, la iglesia anda en su lucha por la reconquista y los bancos siguen necesitando más oxígeno en forma de billetes. Pero España, va bien. Y es verdad, a ellos, les va muy bien.
Se sentarán en sus estilosos sillones delante de sus carpetas llenas de documentos pero en realidad, ya está todo hablado en los despachos y saben lo que hay que hacer y, por supuesto, nadie ignora las medidas que se  anunciarán poco tiempo después. Por eso antes, en la antesala, se reían. Porque no tienen dudas, ni una siquiera, de que su desprecio por la vida de los españoles que no son como ellos, les ayudará a mantener su forma de vida y sus privilegios: han llegado al poder y no lo soltarán fácilmente.
Las caras serán contritas si hace falta, todo sea por el espectáculo y por mantener la mentira y sus asquerosos e indignos objetivos.
Los españoles de bien, aquellos que no pertenecemos a la casta de los delincuentes, a la secta de los miserables, a ninguna banda de terrorismo y mucho menos al sector de los indecentes, sufriremos mañana con angustia la verbena del funesto viernes.
El resultado final no nos sorprenderá porque los rumores ya salieron a los pasillos para alertar a los ciudadanos, para prevenirlos y prepararlos.
Compañeros en el infortunio, el viernes se acerca: el Consejo de Ministros se reunirá para establecer nuevos dolores al PUEBLO ESPAÑOL… la banda ha hecho el comunicado…

Queralt Berga.
24 de abril del 20013

viernes, 22 de marzo de 2013

El aliento en la nuca o el padre más ofendido de España...



Necesito escribir unas palabras dedicadas a González Pons... no puedo aguantarme, aunque sí moderaré mi ánimo para hacerlo con educación, cosa que me cuesta mucho en este tema...
Todos hemos oído los lamentos de éste hombre cínico y mentiroso con aspecto de galán trasnochado. Todos le hemos oído decir que han aporreado la puerta de su casa y que dentro había niños... sus hijos.

"Mira, ser despreciable, tus hijos no son más guapos que los hijos de los demás, ¿te has parado a pensar lo que habrán sentido y sentirán los hijos de los desahuciados cuando la policía y el juez aporréan las puertas de sus casas para echarlos a patadas o a empujones? ¿Te has parado a pensar, has intentado ponerte en la piel de esos padres desahuciados que ven cómo sus hijos están asustados y sin futuro en plena calle? Pero tus hijos tienen la suerte de estar a buen recaudo bajo un techo en espera de que empiecen sus jornadas escolares, porque ellos sí tienen a un papá que puede costearles un buen colegio, sin entrar en cómo consigue esos posibles con los que paga. Tienen la suerte de tener un padre que sale en la tele y puede que se sientan orgullosos porque la infancia es lo que tiene, que todo lo pinta de inocencia. Pero, ¿sólo tienen derecho a ésa inocencia y protección tus hijos y los hijos de los que son como tú, asquerosos herederos del franquísmo más profundo? Tus hijos tienen esa suerte porque su papá es uno de los componentes de la nueva banda de terror que hay en España. Porque su papi, ha sido uno de los mayores embusteros que las tierras tan doloridas de ésta España nuestra, DE TODOS, ha parido. Su papaíto, contribuyó a engañar a los incautos que finalmente les dieron la mayoría y que votaron como corderos camino del matadero. Ésa es la gran suerte de tus hijos, repelente compinche del gran PPartido PPodrido.
Tus hijos se asustan igual que cualquier hijo de cualquier otro padre. Y si tus hijos se quedaran sin colegio o sin libros, o sin médico, tampoco lo entienderían, como los hijos de los que, de forma decente, se enfrentan al terror al que los estáis sometiendo impunemente. Y cuando no pueden celebrar sus cumpleaños, lloran y se sienten igual de mal que si, pongamos por caso, tus hijos tampoco pudieran celebrarlos porque su papá se hubiera quedado sin recursos.
¿Te molesta, os molesta el acoso que estáis viviendo? No entiendo por qué, pues no es ni una mínima parte de lo que vosotros estáis haciendo: el que siembra, siempre recoge.
Mira, Glez. Pons, voy a hacer mía una frase que se hizo muy famosa hace un tiempo y que nos la dedicó una amigueta tuya, y lo voy a hacer dejando que salga de mis vísceras todo el asco que me producís... TODOS LOS PPEPEROS, todos sois iguales pues, aquél que no se desmarque del genocidio que estáis cometiendo y mire para otro lado, es tan culpable como el resto de vosotros.
Ahí va la frase, dedicada por una pobre e invisible persona a unos seres NOhumanos que piensan que somos tontos, ignorantes, que no sabemos leer, que vamos en alpargatas y con los dientes rotos.. pero España ya es otra y lo váis a descubrir...

¡¡¡¡¡¡¡¡QUE SE JODAN!!!!!!!!

Queralt Berga.

jueves, 7 de marzo de 2013

Las mujeres y la injusticia globalizada...


Al parecer, todo empezó cuando a alguien muy ingenioso se le ocurrió "globalizar" el mundo. No nos dimos cuenta porque no teníamos ni idea de lo mucho que puede pergeñar la mente de los malvados. Veníamos de otra experiencia vital, de otras campañas de motivación, de otra tendencia social en la que intentábamos concienciarnos en el concepto de integración y en todos sus aspectos sociales. Un concepto surgido de la necesidad de respeto a cada ser humano, por diferente, único e irrepetible. 
Eran tiempos de cambios conquistados, de metas casi alcanzadas, de objetivos básicos cumplidos. Pero a alguien, repito, se le encendió la luz de la crueldad y de la injusticia y la bombilla prendió: NUEVAS FORMAS Y MÁS SOFISTICADAS DE MASACRAR A LA POBLACIÓN MUNDIAL se habían diseñado para someter a la Humanidad.
La mal llamada crisis, pues no es más que una estafa de dimensiones descomunales, nos ha sumido de nuevo en el dolor, en la miseria, en el hambre... en la desesperación. Generaciones que han resultado baldías porque sus sueños y sus ilusiones, sus sacrificios y entrega total para forjar un futuro mejor, se han esfumando: no hemos sabido conservar nuestra herencia. Motivos de disculpa sin duda los hay pero, en mi opinión, no se trata ahora de culparnos por ello ni de hundirnos en la sumisión así que, debemos sentirnos rebeldes con causa, guerreros por la justicia social, luchadores contra el mal establecido por el dinero que, sin duda, busca mermar la población de la tierra.
La Globalización, pretendida básicamente en lo económico pues es la mejor y más eficaz forma de controlarlo todo, se les ha ido de las manos y en ese TUTTO REVOLUTO, se ha puesto en pie de lucha, la conciencia social. Pero entre todo el maremágnum que nos han montado y en medio de las infinitas injusticias a las que estamos sometidos, sabemos que siempre hay sectores más precarios, más débiles e indefensos. Entre todos ellos, hoy quiero destacar al de la mujer. Y en especial, a las mujeres que luchan  en este mundo globalmente deshumanizado que nos arrastra a la pérdida de todo lo que tuvimos. Por lo tanto, este año mi homenaje pequeño pero más que nunca emotivo, no mostrará siete fotos con nombres propios sino siete imágenes del dolor global, que va en aumento.


Las Abuelas.

Viudas, sordas, reumáticas... algunas hasta hace poco abandonadas pero recuperadas por un plato de sopa de sobre y un huevo frito. La pensión no da para más ni para tantos. Incluso sin pan la mayoría de las veces, y sin abrigo.
Abuelas cariñosas y abuelas con amigo incluido, con nombre alemán. Mujeres cansadas, con los dedos torcidos pero con la mirada llena de vida. Madres sufridoras de errores propios y ajenos que ya no pueden ir a la peluquería una vez a la semana. Con dietas escasas para pagar los libros de los nietos. Cuidadoras de niños más fuertes que ellas y con más energía, para ponerles el corazón en vilo cada vez que saltan del tobogán. Abuelas aburridas de vivir desde que perdieron a sus maridos y sin más distracción que contar el tiempo...
Ancianas que pasaron sus días trabajando por los demás y olvidaron mirarse a la cara. Supervivientes de una Historia que las sometió, privándolas de una opinión y de una vida propia.
Todas ellas, que remontaron tantas injusticias con carácter y decisión, son ahora pequeños cuadros de una realidad que arrastran la pátina de lo que fueron y el secreto íntimo de lo que anhelaron...
Se os quiere y se os reconoce lo que estáis haciendo.
Mi más sincera admiración.



Las Asistentas Sociales.

Trabajadoras escasas, porque la estafa que nos han montado requiere pagar menos sueldos. Mujeres con sentimientos que tienen que endurecer su corazón a ratos, para poder denegar las ayudas sociales que, hasta hace un día y medio eran un derecho reconocido. Mujeres con hijos, con padres, con hermanos,  que sufren al pensar que, aquél que tienen delante, podría ser su familiar o un amigo. Personas concienciadas que buscan recursos y vericuetos para suavizar el dolor o calmar el hambre de otros con menos suerte.
Trabajadoras afortunadas que pueden cubrir necesidades propias y familiares y que, en muchos casos, comparten más que puntualmente con otros seres que van encontrando en el camino.
Por vuestro esfuerzo profesional y personal, por vuestro saber hacer y comprender, por vuestra contención emocional  que os permite volver cada día a vuestro trabajo para enfrentaros a nuevas injusticias y a nuevos retos, mi reconocimiento más sincero.



 Las Madres.

Paridoras de vida y sueños. De ilusiones y juegos. Del futuro y del progreso.
Mujeres emprendedoras capaces de ejercer todas las profesiones y de reír con sus hijos entre temores y lágrimas escondidas. Fuertes personas, fuertes mentes las suyas que pueden cantarle una nana a los estómagos vacíos. Madres creativas buscando soluciones valientes y eficaces para paliar las decisiones que otros más afortunados toman desde sus despachos climatizados.
Corazones zurcidos a grandes puntadas porque no hay tiempo para la vainica primorosa.
Doctoras de urgencia para los cumpleaños felices de aquellos que confían y no entienden. De los que esperan a Los Reyes Magos con temor porque no hay leche para dejarle a los camellos.
Mujeres mentirosas por amor y por compasión.
Mujeres capaces de poner el mundo al revés, por darle a sus hijos, todo lo que la infancia requiere...
A vosotras, madres de todo el mundo, que veis llorar a vuestros hijos por la maldad del que domina, os entrego mi grito de guerra para que vuestro sufrimiento no sea ignorado.
Todo mi amor universal para vosotras, luchadoras de la vida.



 Las Cuidadoras Familiares.

Mujeres silenciosas. Limpiadoras de platos y de babas. Resistentes a los gritos, al sufrimiento, a los insultos y a la desproporción. Con amnesia, para seguir adelante con la tozuda suegra que siempre le tuvo celos... con el suegro que ha perdido el norte y quiere seguir mandando. Con el cuñado enfermo que no la respeta. Con el hijo que le desgraciaron al nacer. Mujeres que saben de espinas bífidas, de derrames cerebrales y de cambiar pañales para niños de ochenta años.
Cuidadoras que arrastran su depresión desde tiempos que ya ni recuerdan. Sin posibilidad de descansar y de olvidar sus preocupaciones ni una sola tarde a éste lado de la ventana, en silencio, viendo pasar a la gente entre charlas, risas o besos. Personas con dolor de espalda y sin fuerzas para mover una silla de ruedas o para hacer la compra en media hora. Ágiles camareras, rápidas doncellas, veloces para consolar el dolor ajeno y siempre sonrientes, pacientes, cariñosas.
A vosotras, que pensáis que ya no podéis más pero resurgís como el Ave Fénix, todo mi cariño y reconocimiento.



Las Maltratadas

Lapidadas, quemadas, desfiguradas con ácido, apuñaladas, estranguladas, golpeadas hasta la muerte, secuestradas, ofendidas, engañadas, vendidas, usadas, olvidadas, condenadas, violadas, atadas, amordazadas, hundidas, contagiadas.
Con dientes y huesos rotos, con cuencas sin ojos, con cuerpos sin ropa, con la cara amoratada, sin clítoris, sin pelo, sin respeto, sin amor...
Mujeres que un día tuvieron sonrisas abiertas que les salían del corazón.
Mujeres enamoradas que confiaron en su captor.
Mujeres que nacieron antes o después del premio de consolación.
Mujeres a las que parieron otras mujeres en el mismo punto de rendición.
Mujeres olvidadas por el tiempo y el espacio.
Personas con palpitaciones en el vientre, con ternura en las manos, con venas, con riñones, con estómago. Seres humanos fulminados, destripados.
Nunca habrá en el mundo suficiente amor, para resarcir vuestro miedo y vuestro dolor.
Todo mi respeto, todo mi cariño y toda mi lucha, va por vosotras.



Las Guerreras.

Luchadoras con la palabra y por la fuerza.
Porque la vida lo requiere.
Porque falta mucho pan y mucha sal.
Porque sobra mucho lujo y mucha hambre.
Guerreras donde haga falta.
En el cielo como en la tierra.
En la fábrica o en el Parlamento.
En la puerta de un desahuciado o plantando cara en el mismo infierno.
Buscando y peleando por los que no pueden encontrar ni gritar.
Alzando el puño, para que el mundo se entere de una vez, que la fuerza de la mujer es incombustible. Y además, sagrada.
Llevando el mundo sobre las espaldas.
Llenándose de callos las entrañas.
Moviendo el flequillo para dejar libre la mirada...
 Sois mi ejemplo a seguir y mi orgullo de ser humanas.
Es un honor compartir con vosotras el aire que nos da la vida.



Las Emprendedoras.

"Crisis y oportunidad" dicen por ahí... pero vosotras lo lleváis dentro desde mucho antes.
Sabéis canalizar las ideas.
Sois inventoras de proyectos y de sorpresas.
Encendéis la luz donde hay tinieblas.
Organizáis micro créditos y os funcionan los negocios.
Montáis lavanderías, pastelerías y repartís recursos donde no había nada.
Entendéis de matemáticas y de objetivos cumplidos. Sin ceder ni un poquito a la duda cuando os dicen que es una locura.
Ni por ser mujer.
Ni porque os dicen que sois incapaces de llegar.
Hacéis arte, comidas, o estrenáis un diminuto local lleno de flores.
Cultiváis la creatividad para canalizarla.
El triunfo es vuestro.
Porque ayudáis.
Porque la vida sigue adelante en gran medida, gracias a vuestro empeño por cambiar las cosas y mejorarlas.
Porque quitáis hambre.
Porque demostráis que se puede y se debe.
El respeto lo habéis hecho vuestro. Os lo merecéis.
Muchos mastodontes que pueblan el mundo, deberían fijarse para aprender.
Mi admiración más sincera.



Hay muchas más mujeres que merecen ser recordadas en este humilde blog o en cualquier otro lugar más destacado, donde se les pudiera rendir un justo homenaje.
Porque sus gestas lo valen.
Porque ellas, lo valen...
Quiero que, cada una de esas mujeres, si leen mis palabras, se sientan reflejadas, valoradas y reconocidas.



Queralt Berga.

jueves, 14 de febrero de 2013

Un buen castañazo en la boca, señor Dragui... se lo merece...




Sobran las palabras... como no sea para destacar, aunque ya lo hace él solito, al Presidente del Parlamento... por ser tan sectario, que no tiene ni la dignidad de dar freno a sus tendencias...

Queralt Berga.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ana Mato... o esa triste levedad del ser...




“Acabamos de ver en esta Cámara el retroceso social que se ha conseguido en años. Cuando se trata de culpar a una mujer de lo que ha hecho un hombre”

Palabras de Ana Mato... a esta mujer, anodina donde las haya, inepta e incapaz de saber en qué mundo vive, hay que decirle muy claro y muy alto que, el retroceso social del que habla lo ha conseguido ella junto al resto de sus compinches. Y además hay que pedirle que no sea tan patética rasgándose las vestiduras porque, si alguien culpabiliza, ningunea y/o demoniza a la mujer son ellos... así como, a los estudiantes, a los enfermos, a los trabajadores, a los padres, a las madres, a los ancianos, a los médicos, a los funcionarios y así, un larguísimo etcetera y lo hacen de muchas formas, viles y perversas todas ellas.
Señora mato... usted además, es tonta. Y se cree que los demás también lo somos.

Ver enlace:


Queralt Berga.

Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

Mi Kay, mi perrita...