viernes, 7 de marzo de 2014

"La nada" o las barricadas... ¿qué prefieres? (Publicado el día 12 de febrero de 2014 a la(s) 16:45)

"La nada" o las barricadas... ¿qué prefieres?

12 de febrero de 2014 a la(s) 16:45
Aquí estoy, delante del teclado intentando medir las palabras y procurando encontrar las adecuadas, las justas, las que reflejen todo aquello que tengo necesidad de vomitar. Pero es difícil acertar y mucho más ser prudente cuando las tripas empujan lo que quiere salir… Por otro lado, ¿qué más puedo decir que no haya dicho ya? ¿De qué forma literaria, con qué metáforas se puede testimoniar lo que ves cada día y lo que intuyes y sospechas que está pasando en el submundo de crueldad e injusticia del fango PPero? ¿Qué más pueden denunciar y reivindicar otras personas y asociaciones, instituciones, etc., haciéndolo sin duda, mucho mejor que yo? ¿Hasta qué oídos hemos de alzar nuestro alarido de desesperación e impotencia?
La situación es muy grave. No entiendo, ni acepto, que la vida siga adelante como si estuviéramos viviendo un hecho puntual de fácil solución. Porque ni la más directa oposición, con todos los guantazos y detenciones que ésta acarrea, hace mella en el cerebro atrofiado de ésta mala gente que nos está destrozando la vida. Por lo tanto, ¿habría que invadir La Moncloa? ¿Habría que limpiar la mierda a golpes? ¿Deberíamos declararnos insumisos y dejar de pagar la luz, el agua, los impuestos, los alquileres? ¿Qué hay que hacer para parar a este gobierno genocida?
Los damnificados somos millones y tenemos la fuerza y la razón así pues, ¿qué nos pasa? ¿Cómo permitimos que nos lo estén vendiendo y destrozando todo?
El Partido Popular, compuesto por toda la escoria del franquismo y reconvertidos modernamente en talibanes, han recuperado su fuerza y su poderío más abyecto, sus usos y costumbres, sus tendencias fóbicas hacia la Libertad y la Justicia social, su desprecio hacia la razón, la educación, el progreso, la sensatez, el sentido común, la tolerancia y el respeto a los seres humanos. Y todo lo que digamos, les da igual. Ni se inmutan. Porque saben mentir, camuflar, manipular, y no les importa hacerlo hasta sus últimas consecuencias.
Con la mal llamada “crisis” que no es más que una estafa descomunal, les vino “su dios a ver” y les dijo, en la intimidad de sus alcobas, que todo vale para conseguir una España “como dios manda” Y para ello, los representantes en La Tierra de ese dios malvado, han hincado la rodilla en su reclinatorio y se han puesto a rezar por tan ansiado milagro: una España conversa, sumisa, obediente, silenciosa, sufridora y agradecida por la oportunidad que nos ofrecen de ser un buen cristiano. Porque ellos, todos ellos, saben lo que nos conviene, lo que necesitamos, lo que queremos.
La lista de injusticias es interminable y todos la conocemos. No voy a aburrir detallando casos y cosas, pero no me cansaré de expresar mi desconcierto ante la pasividad de la gente, ante su falta de iniciativa, ante el silencio de los que aún van comiendo.
El Partido Popular hoy, no quiere paz social, no quiere acabar con ETA, no quiere acuerdos ni negociaciones, solivianta los ánimos de todo el mundo ya sean independentistas o estafados por las preferentes, busca el enfrentamiento entre Comunidades, entre el pueblo y la policía, entre hermanos… el Partido Popular hoy, quiere justificaciones para aplastarnos y llevarnos a las cárceles, para aislarnos del mundo, para dominarnos a través de la represión y la opresión. El Partido Popular hoy, quiere volver al pasado y para ello, está conformando las Leyes a su imagen y semejanza, está dividiendo y demoliendo a las personas desde donde más duele: desde el hambre y el miedo. Y nos imponen sus doctrinas, su fe, sus prejuicios, su mediocridad, su insana salud mental; todo ello a través del abuso de poder, la prepotencia, el despotismo y también, claro está, con infinitas dosis de nepotismo.
Mi teoría es sencilla, a juzgar por lo que vemos, oímos y leemos. Y ya lo he dicho en otras ocasiones, pero lo repetiré: han venido para quedarse. Están amueblando la casa y quitando y poniendo todo aquello que les conviene y no les interesa. La están decorando como a ellos les gusta. Y los demás, a callar. Porque ellos saben lo que nos conviene, lo que nos gusta, lo que queremos. Porque ellos tienen conexión directa con su dios, no lo olvidemos, y así será, si no lo evitamos.
Vivir se ha convertido en un sufrimiento tan grande, tan agudo, que cuesta respirar y cada mañana, se necesita más fuerza para llenar los pulmones y seguir adelante sabiendo que la desesperación, es tu único camino.
Cuando ves la cara dura de Gallardón, crecido ante los aplausos de ésas mujeres que deberían despreciarlo, dan ganas de renunciar a la propia vida, porque sospechas lo que está por llegar.
Cuando ves al otro, y al otro, y a la otra y a la de más allá, cómo cumplen con su hoja de ruta rigurosamente y sin pestañear, te sientes protagonista y camino a la perdición.  Porque ya no hay proyectos de futuro, ni campañas de salud para los niños enseñándoles los alimentos por colores para evitar la obesidad, ya no hay sitio en nuestras vidas para el teatro o el cine, ya no nos aconsejan que no nos automediquemos y que vayamos a nuestro médico de cabecera, ya no podemos canalizar algunos euros para ayudar a los que están aún peor que nosotros, ya no nos dejan sentir la sensibilidad de las palabras porque nos las han secuestrado, ya no nos permiten tener ilusiones y sueños…nos están obligando a condenar a nuestros hijos a una vida peor, sin esperanza y sin Libertad.
Les da igual todo lo que podamos decir y sentir.
¿Qué vamos a hacer al respecto?
¿Los vamos a dejar?
Yo me apunto a seguir denunciándolos, a seguir evidenciando su fascismo, a gritar mucho más cada día, a echarlos de una puta vez al hoyo de donde han salido. Me sigo sumando a las mareas, a las manifestaciones, a los escraches, a los trenes, a las caceroladas, a las sentadas, a los gritos y a la rebeldía, a la insumisión y a la desobediencia.
¿Cuántos antidisturbios se necesitan para arrinconar a uno solo de los millones de seres humanos que estamos sufriendo? ¿Y para arrinconar a dos millones? ¿Cuántas cárceles se necesitan para alojarnos a todos?
La fuerza somos nosotros, ¿por qué lo olvidáis? ¿Por qué os dejáis asustar?
Todos a la calle, compañeros, porque, con todos, no pueden.
Todos a pedir explicaciones, todos a plantar cara, todos a denunciar, todos a reivindicar… todos. Hay que organizarse y establecer redes sociales en los barrios porque ellos han eliminado hasta el asociacionismo, y porque la Democracia es el pueblo, y el pueblo ha de decidir lo que quiere, lo que necesita y lo que le gusta. Porque somos adultos y no aceptamos que nadie nos diga cómo hemos de vivir, a quién hemos de amar, dónde poner nuestra fe si la necesitamos y mucho menos, ni hoy ni nunca jamás aceptaremos, que nos trasladen su responsabilidad haciéndonos sentir culpables por querer vivir en Paz, en Libertad y con Justicia.
Por favor, no miréis para otro lado… el dolor está junto a nosotros o es parte de nuestra propia vida.
Como decía Mart Madh ayer en su escrito: a pesar de todo, aquí estamos, HIJOS DE PUTA.

Queralt.

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Sobre las autorías:

La mayoría de las fotos que ilustran este blog las he recogido en la red y son anónimas pero, si alguien se siente vulnerado en la autoría de alguna de ellas, no tiene más que decirlo y serán suprimidas o, se hará constar el nombre de su autor.

Mi Kay, mi perrita...

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