¡Basta!

Basta de hipocresía y de mentiras... si queremos, podemos... si podemos... ¡debemos!

Hagámos que los nuevos propósitos que los primeros días del año nuevo nos genera, se hagan realidad... poco a poco, aprendiendo a hacerlo con respeto y dignidad para nosotros, pero sobre todo, para los demás.

Dentro de unos días le pedirémos a los reyes majos de Oriente que nos traigan regalos y para ello, escribirémos cartas, pondrémos comida y agua a los camellos, nos irémos pronto a dormir para que no nos pillen despiertos...

Yo aún no he escrito la mía pero, como anticipo, os diré que estoy pensando en pedirles toneladas de DECENCIA para los seres humanos...

Queralt.